Tras varios años de espera, Dreamworks ha vuelto con sus dragones a la gran pantalla, cosa que todo fan del cine de animación/calidad ha de agradecer. En esta ocasión la historia no se desarrolla sólo en Isla Mema, sino que su acción transcurre en nuevas localizaciones, tanto aéreas como marinas (combates aéreos incluidos). Todo un alarde de animación con un guión mucho mejor trabajado que su predecesora y la cual ha sido capaz de transmitir mucho más sentimiento y humanidad a una historia, a priori, infantil.Sinopsis: En la isla de Beurk, la vida es tranquila. Astrid, Rustik, Varek, Kranedur y Kognedur se enfrentan en carreras de dragones; mientras tanto, Harold y Krokmou, amigos inseparables, surcan los cielos en busca de nuevos territorios que conquistar. En una de sus aventuras, descubren una gruta secreta que alberga cientos de dragones salvajes, protegidos por un misterioso personaje. (FILMAFFINITY)
He de decir que “Cómo entrenar a tu Dragón” no es para mí la mejor cinta de Dreamworks, ya que, delante de ella hay obras maestras como Shrek 2 y Kung Fu Panda 2, de lo mejorcito en cuanto a montaje y música se refiere. Pero sí, con esta segunda entrega de las aventuras de Hipo y su fiel dragón furia nocturna alias“desdentao” lo han conseguido, han hecho que me olvide de todos los anteriores trabajos de esta fantástica compañía de animación, haciéndome disfrutar como un niño desde el primer minuto.
Es una película muy amena en todo su metraje, mostrando una grandísima gama de dragones (algunos ya conocidos gracias a la primera parte de esta y a la serie de televisión) pero creo que esta cinta cuenta con una grandísima baza que no es ni más ni menos que el sentimiento más puro, ese que lleva Disney Pixar usando desde sus principios y que ahora Dreamworks ha sabido imponer en sus historias. Todo ello gracias a unos protagonistas carismáticos y a una dirección/planos estéticamente perfectos capaces de ponernos la piel de gallina e incluso el soltar alguna lagrimilla que otra (lo sé, soy un sentimental).
A todo lo anterior le acompaña una banda sonora creada por John Powell digna de Oscar que nos mimetiza con este mundo salvaje y donde a todos, aunque sea por un corto periodo de tiempo, nos gustaría vivir, volar y por qué no, también soñar.
Risas, acción, una calidad técnica envidiable y ¡¡¡ DRAGONES !!!; ¿Que más se puede pedir para este verano?