Terceras partes nunca fueron (tan) buenas.
La tercera entrega de esta nueva linea temporal de Star Trek vuelve a la gran pantalla pero ahora sin el maestro de la ciencia ficción a los mandos, J.J. Abrams, (con permiso de Steven Spielberg), notándose bastante su ausencia, no tanto en la dirección (que también), sino en la profundidad de su historia que no deja de ser una aventura más de la nave Enterprise; una aventura de tantas otras que hemos disfrutado en la serie original formada por la "antigua" generación de tripulantes.
No puedo decir que sea mala (¿mi sentimiento Trekkie me lo prohíbe?) pero sí hay que admitir que tiene demasiados altibajos para ser la película del verano y que, por culpa de su guión simplista, acaba aburriendo a parte del público llegando a ser en varios momentos bastante pesada justo en la mitad del film.
Pese a eso cuenta con un buen comienzo y un épico final que se puede calificar de puro espectáculo "inter mundos" para nuestros sentidos.
Conclusión: Si no se tienen en cuenta las dos cintas anteriores (Star Trek 2009 y Star Trek: En la oscuridad) estaríamos ante una buena y divertida película pero el problema reside en que sus dos anteriores entregas son demasiado "perfectas" para ser benevolentes con esta tercera. Un final espectacular hace que nos olvidemos de un guión mediocre que podía haber dado muchísimo más de sí. ¿Culpa completa del director Justin Lin? Lo dudo mucho... culpemos también a Simon Pegg (actor y guionista) que no ha sabido estar a la altura de lo que la saga necesita.
* LO MEJOR:
- Principio y final bastante espectacular.
- Nuevos personajes sólidos como el interpretado por Sofia Boutella.
- Efectos especiales y de sonido impecables.
- Como siempre, la banda sonora de Michael Giacchino encandila por momentos.
* LO PEOR:
- El maquillaje "raruno" de Idris Elba.
- Oscuridad insólita en esta saga.
- Altibajos en su historia que distraen bastante al espectador.
- No ha sido el blockbuster veraniego que esperábamos.
NOTA: 6,70/10