La fé y la moralidad chocan en el campo de batalla.
Mel Gibson es uno de esos directores que se piensan muy mucho cada una de las películas que decide dirigir y eso se nota en el resultado final de cada una de ellas. Braveheart, La pasión de Cristo o Apocalypto... ¿Que se puede decir de ellas?, todas son obras maestras atemporales.
En esta película se nos cuenta la historia de un joven médico militar (Desmond Doss) que fue el primer objetor de conciencia en la historia de Estados Unidos y que participó en la batalla de Okinawa (2º Guerra Mundial).
Volviendo a Gibson, decir que está impecable en la dirección de su última cinta convirtiéndose en una de esas películas que gusta ver en cine y que apetece volver a ver una y otra vez en nuestro salón ya que ha vuelto a hacer otro gran peliculón bélico gracias a la actuación espectacular de Andrew Garfield, al que, poco a poco, vamos separando de la imagen de superhéroe arácnido Spider-man y de una puesta en escena donde la acción es tan importante como los sentimientos. Las lágrimas están aseguradas.
Conclusión: Hasta el último hombre tiene todas las papeletas para triunfar, tanto en los globos de oro como en los Oscars ya que, en conjunto, es una épica película que nos ha hecho emocionarnos por culpa de las desventuras de Desmond y de una sociedad arcaica donde matar era la única misión de un soldado. Mel Gibson ha vuelto a la dirección y ¡ de que manera !
* LO MEJOR:
- Actuación "de Óscar" para Andrew Garfield.
- Efectos especiales y de sonido impresionantes.
- El reparto de secundarios, de Teresa Palmer a Hugo Weaving.
* LO PEOR:
- Empieza demasiado típica (¿Pearl Harbour?)
- Que no se le haya dado la publicidad que se merece.
NOTA: 9,00/10